Hay más mujeres empresarias en México: retos actuales
Finanzas | | 2018-08-01 |
A lo largo de la historia se observa cómo la mujer ha dado cause al desarrollo de sus inquietudes emprendedoras en su hogar, mediante la ejecución de actividades que le retribuyen beneficios económicos y satisfacción a sus intereses creativos. Tareas hogareñas como la costura, la repostería y la aplicación de tratamientos faciales, han dado pie a pequeños negocios y empresas. Pero aún y cuando han existido múltiples dificultades para las féminas, es un hecho que el número de mujeres empresarias creció un 96 por ciento en México en los últimos 23 años, pero sólo un 1 por ciento de las 300 mil existentes se dedica a la gran empresa.
Cd. Victoria, Tam., 1 Ago., Cendy Robles.- “Una persona empresaria es aquella que tiene la capacidad de emprender un proyecto de negocios y de dirigirlo, además de ser hábil para financiarlo mediante sus propios recursos económicos o para conseguirlos, si es que no los posee. En contraparte, una persona emprendedora será la que tiene capacidad para ubicar o crear oportunidades de negocios, aunque no necesariamente los realice. Pero ser emprendedora construirá siempre la primera parte para llegar a convertirse en empresaria”, así lo define la doctora Elia Marum, investigadora de Economía.

Así, el emprendedor se caracteriza por ser el iniciador, en tanto que el empresario debe ser, además, continuador.

Y es que el tema de la mujer en el mundo de los negocios, se ha convertido especialmente en Latinoamérica, en algo de moda. Esto es algo sorprendente si tomamos en consideración que la mujer siempre ha estado en este mundo y ha participado activamente en este rubro. Tanto es así, que durante la historia la mujer ha incidido de manera decisiva en los negocios llegando a ser jefes de estado, reinas, etcétera. ¿Se acuerdan de Cleopatra o de las Reinas de España o las de Inglaterra, etcétera?

MUJERES VS. HOMBRES
La fría realidad es que el género femenino tiene tanta o más capacidad, para desempeñarse en el ámbito empresarial que el sexo opuesto, pero también pueden dirigir una nación al igual que cualquier hombre, en la humilde opinión de muchos de nuestros empresarios quienes aseguran que mucho mejor lo hacen las mujeres, con más eficiencia y capacidad ejecutoria.

Los grandes empresarios en el Mundo han señalado una y otra vez que “sin las mujeres envueltas en los negocios que han desarrollado no hubiese existido manera alguna de lograr ninguna meta, mucho menos el triunfo de la empresa”. Y mire que cuando se refieren a mujeres se dirigen a todas, desde los niveles bajos hasta las que ocupan posiciones ejecutivas o las que tienen participación como accionistas, o sea dueñas de negocios.

La experiencia, siendo la única realidad, ha demostrado a muchos empresarios que las mujeres en los negocios son, no solo indispensables, sino que hacen la diferencia entre los fracasos empresariales y las empresas exitosas. Este punto debe quedar muy claro, pues es una afirmación irrefutable.

DIFERENCIA DE NECESIDADES
Muchas mujeres dueñas de negocios miran el ser empresarias con diferentes preocupaciones e intereses que sus contrapartes masculinos. Aunque algunos empresarios están interesados en grandes organizaciones rentables, muchas mujeres prefieren que sus nuevas compañías sean pequeñas, amigables y fáciles de administrar, porque el crecer significa también hacerlo en estructura, y las mujeres empresarias escogen permanecer en empresas pequeñas para evitar el manejo de una estructura que requiera una administración complicada y una cultura sin apoyo, rígida, complicada o limitada.

Los especialistas aseguran que las mujeres comienzan sus negocios por diversas razones. Independencia, flexibilidad, liberarse de limitaciones corporativas y la libertad de tomar el riesgo son normalmente los factores motivacionales principales para la mujer que decide comenzar su propio negocio. Además, muchas mujeres buscan satisfacción personal, un cierto balance, ampliar sus horizontes, el respeto en la industria, la emoción de crecer y la oportunidad de aprender cosas nuevas.

Y en el caso de las mujeres que comienzan sus empresas, lo hacen para crear un futuro seguro y para poder escoger su forma de vida. Muchas de ellas tienen una misión comunitaria la cual planean apoyar o financiar. Además buscan proveer buenos trabajos y un futuro seguro para sus empleados dedicados.

Encontrar una mejor forma de hacer llegar los servicios o hacer una diferencia en la vida de mucha gente, está con frecuencia al principio de la lista. Si mide el éxito estrictamente por las ganancias del negocio, con frecuencia es difícil permanecer concentrado. Sin embargo, si el éxito se mide por la experiencia, y no sólo con estadísticas, el camino se vuelve más claro y fácil de seguir. Por el hecho de mantener su libertad y flexibilidad, la mujer empresaria puede ser verdaderamente creativa y segura de si misma. Y si se tiene un medio ambiente que propicie relaciones respetuosas, las empresarias se pueden concentrar en el desempeño y la rentabilidad. Esto no es fácil, pero para las mujeres es esencial y las recompensas definitivamente valen la pena.

DEBILIDADES
Mirando objetivamente la situación podemos darnos cuenta a simple vista que en realidad a las mujeres no les falta nada, si acaso, pudiera decir que es lo contrario. Aceptemos que las mujeres están dotadas con una sobreabundancia de atributos y condiciones imprescindibles para las gestiones empresariales y gubernamentales, y es que en algunas áreas, estos activos no están presentes en el género opuesto.

Pero, en cuanto al tema de las debilidades que el sexo femenino pudiese tener, estas son el producto de una sociedad, que por idiosincrasia entre otras razones más complejas, han discriminado, abusado, menospreciado y, por ende, logrado el acondicionamiento de la mujer a sentirse inferior, de hecho, han violado fríamente los derechos humanos los cuales no olvidemos no tienen género. Esta afirmación se hace absolutamente evidente si analizamos los diferentes periodos de la historia. Al igual, y con objetividad, debemos de minuciosamente estudiar las diferentes constituciones de los muchos estados de gobierno que carecen de leyes dándole igualdad total a la mujer. Por ello encontraremos en el estudio, no solo la ausencia de legislación, también la total indiferencia por parte del estado de la implementación de leyes que pudiesen existir, esto es una realidad en Latinoamérica y países subdesarrollados. Si lo llevamos más lejos, y da a lugar el ejercicio, nos haríamos conscientes que en muchas sociedades y estados existen leyes que limitan y oprimen al género femenino.
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